¡Qué de buenos recuerdos! Aún se me pone la piel de gallina cuando rememoro la gloriosa llegada a la Plaza del Obradoiro. Yo, que creía que mis alumnos llorarían de emoción al llegar a Santiago después de cinco días de caminata, me sorprendí a mí misma rota de emoción. Se cumplía otro sueño. De alguna forma ese momento fue la constatación de que mi sueño era viable y que todo  el esfuerzo había valido la pena, Era el comienzo de esta gran aventura que es este Curso de Cultura y Didáctica. 

El 5 de septiembre, si el COVID no lo impide de nuevo, espero poder hacerme otra foto con los nuevos peregrinos. Si quieres unirte a esta increíble experiencia, ponte en contacto con nosotros.